Las
protestas en Túnez se extienden a la vecina Argelia, el país más poblado y rico del Magreb. En la capital, en una decena de ciudades, entre ellas Boumerdes y Orán, segunda aglomeración urbana del país, cientos de jóvenes se enfrentan muy violentamente a las fuerzas del orden... desde la tarde del miércoles y hasta la madrugada del jueves.
HOY, SÁBADO 8 de enero, las protestas continuán.
El origen de la protesta es preciso como lo fue en Túnez, e igual de espontáneo. Los primeros brotes de descontento surgieron el martes en Argelia, las razones fundamentales de la protesta, como en Tunez, son el imparable alza de los precios de los servicios y productos de primera necesidad y el alto nivel de paro juvenil.
Al día siguiente al inicio de las protestas, los jóvenes, a veces encapuchados y provistos de palos o de barras de hierro, se apoderaron del centro de Orán y de al menos cuatro barrios de Argel, incluido el céntrico de Bab el Oued.
Se echaron a la calle para denunciar la subida de los precios de algunos productos básicos, como el aceite y el azúcar, destrozaron el mobiliario urbano, y apedrearon y lanzaron cocteles "molotov" contra edificios públicos, empezando por comisarías como la de Bab el Oued.
"El Estado seguirá subvencionando los productos de primera necesidad", se apresuró en declarar el ministro de Comercio, Mustafá Benbada, en un intento de acabar con la revuelta. Pero estas tímidas "medidas" gubernamentales no hacen olvidar a los jóvenes argelinos quien es el presidente Buteflika -que lleva ma´s de 10 años en el cargo- y como acabó con la anterior insurrección argelina, centralizada entonces en La Kabilia entre la problación de origen bereber (una de las etnias más duramente tratadas del norte de áfrica).
En Argelia la rebelión es más juvenil, aparentemente menos masiva, y más violenta que en Túnez. Más allá de sus desencadenantes puntuales en ambos casos pone de relieve la desesperación de la juventud mayoritariamente en paro, que se considera sin futuro y oprimida por regímenes autoritarios aunque de distinto signo económico, liberal en Túnez y con reminiscencias seudosocialistas en Argelia.
En Túnez la revuelta, que empezó hace tres semanas con la inmolación de un joven informático de 26 años que se ganaba la vida con un carrito de vendedor ambulante que fue volcado y requisado por la policía, continuó ayer con una huelga convocada por los colegios de abogados y que fue seguida por el 95% de los 8.000 letrados del país, según su decano Abderrazak Kilani. Cientos de ellos se concentraron en el vestíbulo del Palacio de Justicia de la capital bajo la atenta mirada de los antidisturbios que no intervinieron.
La policía sí actuó, en cambio, para apresar ayer de madrugada a uno de los más célebres blogueros, Hamadi Kalouicha, y a "El General", un rapero que compuso una canción cuya letra reza "Presidente, tu pueblo está muerto", según la web alternativa Nawaat.org. Decenas de personas menos conocidas han sido también detenidas en todo el país.
Pese a la represión policial, algunas de las figuras tradicionales de la oposición al régimen, a las que la revuelta pilló por sorpresa, están convencidas de que las protestas seguirán. Continuarán porque más allá de los "métodos bárbaros" de las fuerzas del orden "no ha habido respuesta del poder a las legítimas reivindicaciones de la población", declaró a la televisión "France 24" la abogada Radhia Nasraoui, presidenta de la ilegal Asociación de Lucha contra la Tortura.
Sihem Bensedrine, portavoz del ilegal Consejo Nacional de las Libertades y exiliada en Barcelona, se atreve incluso a vaticinar, en conversación con este corresponsal, que "estamos ante el fin del régimen del presidente Ben Ali". ¿Por qué? "Nunca en la historia contemporánea de Túnez un jefe de Estado ha sido tratado así por ciudadanos de a pie que por tradición y por miedo respetaban hasta ahora las instituciones", responde.
"Los eslóganes coreados masivamente en la calle demuestran el desprecio que inspira el régimen », prosigue Bensedrine. Las consignas más repetidas por los manifestantes son, según ella, "¡Ben Ali, cobarde!", "¡Ladrones, devolved el dinero al pueblo!", "¡Fuera los ladrones de Cartago!", la sede del palacio presidencial que Ben Ali ocupa desde hace 23 años.
Abdelatif Bensalem, un intelectual hispanófono exiliado en París, se lamenta, no obstante, que el régimen de su país cuente aún con el apoyo de Francia, Italia y España así como con el de EE UU, países a los que ha logrado convencer de que es un baluarte contra el islam radical. Ningún gobierno europeo ha condenado la actuación de la policía tunecina cuyos disparos causaron la muerte en Nochebuena de dos manifestantes en Mezel Bouzayane.
El secretario de Estado español para la UE, Diego López Garrido, hizo grandes esfuerzos durante la presidencia española para otorgar a Túnez el llamado "estatuto avanzado" del que goza Marruecos desde 2008 y que le convierte en socio privilegiado de Europa, pero no logró rematar la negociación.
IFEX, una ONG canadiense que apoya a la oposición tunecina, intentó celebrar en noviembre, en Madrid, una reunión de disidentes de dentro y de fuera del país, pero no pudo hacerlo porque el Consulado de España en Túnez no concedió visados a dos destacados adversarios de Ben Ali, según los organizadores.
Las protestas se cobran el primer muerto en Argelia
Al menos un joven de 18 años ha muerto en la provincia de Msila (este de Argel) por los disparos de la policía contra los manifestantes durante los disturbios que se han extendido a varias regiones del país, según afirma el diario El Khabar.
La víctima, Azzedine Lebza, cayó mortalmente herido por las balas de un policía, mientras que otras tres personas resultaron heridas. Azzedine formaba parte de un grupo de agitadores populares que pretendía penetrar a la fuerza en la sede del gobierno de la prefectura cuando los policías que protegían el centro abrieron fuego, indica el diario.
Las autoridades no han confirmado la noticia, aunque tampoco han dado información de los disturbios, iniciados el pasado martes y cuyo origen en principio podría estar en la protesta popular contra el alza de los productos de primera necesidad, como el azúcar o el aceite, y que no han estado exentos de pillaje y vandalismo.
Cuchillos, barras de hierro y sables
Estos actos vandálicos y los enfrentamientos se han sucedido en Argelia por tercer día consecutivo a pesar de un mayor dispositivo policial adoptado. Los incidentes se extendieron durante la tarde y la noche en diferentes localidades de todo el país, como Msila, la Cabilia, Annaba, Constantina, Laghouat, Djelfa e incluso Ourgla. Ni las llamadas a la calma de los imanes en la jornada de oración del viernes, ni las protestas de los habitantes que han sufrido importantes daños lograron disuadir a decenas de jóvenes manifestantes pertrechados con cuchillos, barras de hierro y sables.
En lo que supone la primera reacción desde el martes de un miembro del gobierno argelino, el ministro de Juventud y Deportes, Hachemi Djiar, ha señalado que estos incidentes son el resultado de la "manipulación", al tiempo que ha instado a "proteger a los jóvenes" y a fomentar el diálogo "pacífico y civilizado".
[Recomendamos la lectura de los textos sobre la insurrección en Argelia en el año 2001, como el siguiente aparecido en la revista
Comunismo editada por el Grupo Comunista Internacional:
http://gci-icg.org/spanish/comunismo48.htm#argelia]
"Existen muchas maneras de ver el Mediterráneo, un mar rico en pueblos, tradiciones, cultura e historia,
pero asimismo en guerras y masacres ininterrumpidas.
Desde el momento en que esta área geográfica se ve envuelta, una vez más, en juegos políticos quizá peores a los del pasado, es sin duda importante reflexionar sobre las condiciones sociales, económicas y política que se entrelazan e interactúan, produciendo situaciones de extrema tensión, pero que ponen a disposición de todos los revolucionarios un vastísimo campo en el que intervenir. Estamos seguros de que, como en el pasado, aunque de forma diferente y a fin de cuentas más feroz, nuevaente en este lugar del viejo mundo el enfrentamiento de clase hallará materializaciones históricas, tomando unas fuerzas y consistencia que en el actual estado de cosas no podemos imaginar en todos sus detalles..." [IAI, "Propuesta para un debate"]
Información en
Al Jazeera acerca de los ciberataques a las páginas web del régimen tunecino.