jueves, 18 de enero de 2024

Basta ya de explotación laboral en el campo

 

BASTA YA DE EXPLOTACIÓN LABORAL

EN EL CAMPO



La estructura general de la tierra es el resultado de años de liberalismo y caciquismo previos tras la derrota del movimiento libertario y revolucionario de las primeras décadas del siglo pasado por parte de la burguesía nacional e internacional. El campo ha dejado de ser “el campo”, el campo es una industria. La persona asalariada es la misma en el campo que en la ciudad: seis meses en Renault, tres meses en la fresa.

Existen muchas empresas familiares actuales, cuya previa generación colaboraba con el franquismo (razón por la que heredaron o compraron dichas tierras), así como grandes casas de títulos nobiliarios y gran poder económico de índole caciquil. Como reflejo de la organización de la propia sociedad en clases, la estructura y gestión de la tierra reproduce la misma escala de valores y poder entre unas personas y otras. Aunque evidentemente, todas sus fórmulas de gestión ya sean más grandes o más pequeñas en cuanto a la tierra trabajada (propiedad y/o renta) son netamente capitalistas, creando una clase burguesa de empresarios agrícolas.  

Como evidencian diferentes estadísticas y medios, con el paso del tiempo la tierra está y estará cada vez más concentrada. Apenas aumenta la tierra trabajada, pero si las grandes concentraciones de esta, mientras que las explotaciones agrícolas pequeñas van en declive. Ello se debe a la rentabilidad, la competitividad y la falta de relevo generacional.

Debemos detenernos en el primer peldaño de la pirámide de la producción capitalista agroalimentaria en nuestro entorno más cercano, el de las personas jornaleras, o campesinas que se decía antes, ahora somos peones agrícolas (en su mayoría) con contratos de obra y servicio (en extinción) y/o fijos discontinuos, pero pocos indefinidos dada la gran demanda de mano de obra temporal que se requiere en el mundo agrario, no así tanto el ganadero.

 

No hay organización obrera de ningún tipo en el sector agrícola de nuestro territorio. La sindicación brilla por su ausencia dada la gran temporalidad. Sólo se ha desarrollado una fuerte organización empresarial del sector (ASAJA, etc.). Es considerado un trabajo duro, precario y mal pagado que ningún padre o madre recomienda a su hija o hijo. Ese factor y la escasa combatividad de sus protagonistas asalariadas impide la negociación de un convenio digno, pero debemos exigir cualquier medida que redunde en unas mejores condiciones laborales en el sector agrario.

Las condiciones laborales fluctúan mucho, no es lo mismo la flexibilidad y garantía que en algunos casos ofrece una empresa familiar pequeña a las jornadas inhumanas de grandes empresas agrarias. Se puede cotizar por jornadas reales o por meses completos. En el primer caso el salario está sujeto a las horas que se trabajen, si no trabajas no cobras, pero en el segundo caso sería una modalidad de contrato ordinario con sus vacaciones y demás. Por desgracia, el primero es el más extendido. Por tanto, debemos exigir que se equiparen las dos fórmulas de cotización, o que se derogue la cotización por jornadas reales puesto que en ella no se contemplan horas extras ni se cobran pluses por festividades y las bajas así no existen, legalizando de facto el trabajo a destajo. Se extingue el contrato o te quedas en casa sin trabajar y sin cobrar. Cierto es que el campo precisa de unos tiempos muy específicos para realizar las labores, pero la temporalidad tampoco puede ser una excusa para reducir los derechos laborales. 

 

Actualmente es la población migrante la que soporta estos trabajos, la patronal agraria (grande y pequeña) suele aprovecharse de su situación de necesidad y de su escasa capacidad de reivindicación para explotarles hasta las entrañas. En algunos casos, la existencia de mafias de tráfico de trabajadores es evidente, como en el campo de Huelva. En otros, se han creado empresas de servicios agrarios a modo de ETT (Empresa de Trabajo Temporal), que tiene el mismo funcionamiento sólo que es legal. Donde el servicio se cobra más caro al agricultor que si les contratase ella misma y donde el trabajador también cobra menos, puesto que esa empresa se lleva parte de lo que le cuesta al uno y de lo que le paga al otro. Existen otros métodos como los convenios internacionales (Marruecos, Rumanía…) para traer a las personas exactas que se necesitan en un tiempo concreto y cuando terminan vuelven para su tierra. Estos contratos en origen son también denunciables y suponen la legalización de la ultraexplotación.

Cabe decir que la parte femenina migrante es muy alta, si no mayoritaria en estos curros, una tremenda fatalidad que se extiende a otros curros similares como el de la limpieza y los cuidados, duros y de baja cualificación que nadie prefiere realizar si pueden elegir otro mejor… El ministerio de trabajo del gobierno progre actual prometió acabar con la precariedad en el campo dentro del marco de su novedosa reforma laboral, pero lo único que ha hecho es intensificar un poco las inspecciones, previo aviso claro, (fiel a su estilo de perdona-vidas de los empresarios) con el objetivo de que todas las trabajadoras estén dadas de alta en la seguridad social. Ellos a lo suyo, a recaudar y las condiciones laborales les importan un bledo. 

En el campo, en la limpieza, en los cuidados, en el transporte, en la hostelería… Es una vergüenza cómo se desarrollan este tipo de trabajos considerados duros y detestados por el españolito de a pie y ver que a nadie le importa. De este modo, al factor de clase, se suman la nacionalidad y el género, lo cual es usado por algunos discursos políticos rancios tanto de izquierda como de derecha para pedir la regularización inmediata de las migrantes dado que hay una falta de mano de obra en ciertos sectores.

Esta situación, lejos de desaparecer, avanza hacia su crecimiento y potenciación, pues se está produciendo un cambio de modelo en el campo europeo unido al escaso relevo generacional en el sector agrícola, lo que aboca a la venta de las tierras de cultivo y la intensificación de la concentración en el sector. Un mercado donde los grandes fondos de inversión y la industria alimentaria tienen su parte del pastel, así como en el resto de la cadena alimentaria: transformación y comercialización.

 

Recordemos que en este sector no se producen balas, móviles o cosméticos, sino alimentos, lo más importante en la escala de necesidades básicas vitales de la humanidad. Por tanto, se debe defender su producción y un cambio en la producción y gestión, que ahonde en las condiciones de reparto y tenencia. Es necesaria una mejora de las condiciones laborales de la gente asalariada de dicho sector. Mientras estos curros considerados inferiores pero que en verdad representan la base de la sociedad (como tantos otros) no se dignifiquen, reflejándose en las condiciones, salario y demás, hasta que no llevemos a cabo una lucha de clase con y por ellas solidariamente, hasta que no seamos conscientes de que nada importan las diferencias de cultura, nacionalidad, sexo… la dictadura del capital frente a la clase trabajadora.

Para ello debemos generar un movimiento activo, internacionalista y antirracista, que luche para lograrlo, atacando a la vez el racismo y la xenofobia que impiden un apoyo amplio de la clase obrera, así como presionando a empresarios y gobiernos (regional y estatal) para provocar cambios en el estatus quo que siempre perjudica a las mismas personas, denunciando estos abusos, señalando a los responsables y apoyándonos entre nosotros. 


  • Eliminación de la cotización por jornadas reales.

  • Eliminación de las horas extras.

  • Medidas de prevención e incentivos para TODOS los trabajos que se realizan al aire libre a partir de 30 oC. A partir de 35 ºC, no trabajar. Máximo ocho horas/día.

  • Catorce pagas anuales con sus correspondientes vacaciones. Salarios dignos.

 

 

 Otoño 2023 

Comité de Solidaridad de los Trabajadores


 



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INFORMACIONES SOBRE EL SECTOR AGRARIO: 

> El campo como fábrica: https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2023/06/el-campo-como-fabrica.html

> El campo y sus miserias: https://valladolorentodaspartes.blogspot.com/2022/08/el-campo-y-sus-miserias.html

> MEMORIA: Organizaciones agrarias durante la transición: https://archivodelatransicion.es/archivo-organizaciones/movimientos-sociales-jornaleros