domingo, 29 de septiembre de 2024

Desde Cádiz: Análisis de una sentencia que no se podía dar

 

El pasado 19 de septiembre tuvo lugar el JUICIO contra SIETE COMPAÑEROS detenidos durante las protestas de la HUELGA DEL METAL de la Bahía de Cádiz en 2021. 

 

Finalmente, se produjo un acuerdo antes del juicio (que no todas las partes comparten idénticamente): cinco de los acusados han aceptado una condena de un año y medio de prisión, que no conlleva la entrada en la cárcel, uno ha sido absuelto tanto de desórdenes públicos como de atentado y otro ha sido condenado a un año por desórdenes; sin embargo, debido a sus antecedentes pudiera entrar en prisión. (v.SENTENCIA en la prensa)

A continuación, desde CTM (Coordinadora de Trabajadores del Metal), analizan lo que ha sido el juicio y las detenciones e inculpaciones de los trabajadores del metal que fueron juzgados el pasado jueves 19.


 

ANÁLISIS MORFO-LÓGICO DE UNA SENTENCIA QUE NO SE PODÍA DAR


LA SONRISA DE LA JUSTICIA 
 
Yo no estoy de acuerdo, por la cuenta que me trae, con la frase del antiguo alcalde de Jerez de que “la justicia es un cachondeo”. Estoy más con la frase que dice: “más serio que un magistrado”. Y eso, a pesar de que tenga claro que, dentro de esa fachada, se encuentran personas que están “sembrá”. Se reía uno de los magistrados cuando Pedro, nuestro abogado, comentaba en la sala que CTM se iba a hacer cargo de la multa de los compañeros: ¿Se reía de Pedro?, ¿se reía del sindicato?, ¿de la Lucha Obrera?, ¿de quiénes o de qué se ríen los magistrados?

 
 
DE QUÉ NO SE RÍEN LA GENTE CORRIENTE
 
La gente corriente, la no militante, la que rara vez va a una manifestación, se lleva las manos a la cabeza, y no les hace nada de gracia, cuando se entera que se les piden 4 años de cárcel a unos trabajadores por volcar 3 contenedores en una huelga. ¡Carajo!, decía una señora en la frutería, ¡que en Cádiz se tiraron neveras por la ventana! 

La gente corriente, la de todas partes, se lleva las manos a la cabeza y no les hizo nada de gracia cuando vieron entrar a la tanqueta en el Río San Pedro. ¡Ni que hubiera resucitado Milán del Boch!, pensaría más de uno de cierta edad.

Otra de las cosas que sabe la gente corriente es que, para detener a unos manifestantes, solo hace falta una citación judicial y que no es necesario mandar a la policía como si fueran los hombres de “Jarrison". Todos sabíamos que los manifestantes no iban a irse ni a Bruselas ni a los Emiratos. Eso no lo hace ni lo puede hacer la gente corriente. Y también todos sabemos que no se puede hablar de la vida de los demás y, mucho menos, poner datos confidenciales en público… Pero se filtraron los antecedentes de varios detenidos de la huelga del metal en prensa y, curiosamente, nadie había “hecho”.

 
 
QUÉ HACE LA JUSTICIA
 
A la fiscalía, que no es gente normal y corriente, que es élite aunque la paguemos la plebe y que está sentada a la derecha del Padre, le parece normal y corriente que entre una tanqueta en una barriada, que la policía prepare un enorme despliegue para detener a unos trabajadores en medio de la calle, solo ¡PARA TOMARLES DECLARACIÓN Y SOLTARLOS AL RATITO!. O que, en unas horas, se filtren los antecedentes de personas que ya están suficientemente estigmatizadas, con el firme propósito de criminalizar un conflicto que estaba siendo el orgullo de la gente de todo el mundo.

 
 
EL MARCO ¿LEGAL? Y SUS SECUACES.
 
La legislación, la de toda la vida o la de las leyes “modernas” como la ley mordaza, facilita que la policía detenga a quien les dé la gana, cuando les dé la gana. Esa policía moderna, sindicada y democrática que exige sus derechos pero se harta de dar palos cuando lo exigen los demás, tienen licencia para todo. Un parte de lesiones presentaron ante el juez cuando se liaron a palos con Vicente de Justicia Social. ¡Qué vergüenza!: ¡Ibuprofeno!, decía Vicente que les recetaron a los “armarios empotrados” y a él, una multa por defenderse con unos ganchos de izquierda.
 
Y por otro lado, los que conforman la justicia (jueces, fiscales..), por otro lado pero en el mismo lado, la justicia, la de toda la vida, la del doble rasero, a la que no les ha tocado el sombrero en la tómbola, la que detenía por robar una gallina, vamos, la de ahora y la de siempre, son capaces de pedir 4 años de prisión, pero no meten mano a la policía por detener a gente normal como si acabasen de poner una bomba en la Audiencia provincial, y no se acuerdan que existe la ley de protección de datos ante una descarada filtración. Son capaces de recomponer un rompecabezas rocambolesco que nadie se cree y, con la impunidad que les da estar por encima del bien y del mal, en vez de velar por el bien, meten a gente inocente en la cárcel o hacen que lleguen a acuerdos abusivos, atacando más la vulnerabilidad personal que intentar hacer justicia.

 
 
EL LEGISLADOR
 
Este gobierno, al igual que los anteriores, es el culpable de que se obstaculice la organización obrera manteniendo leyes como la Ley mordaza que tratan a los trabajadores como delincuentes o, no poniendo frenos vía REFORMA PRO OBRERA, a armas de la patronal como la subcontratación. Si todos entráramos con el mismo mono a las grandes factorías de la Bahía, el jueves, más de 5000 obreros habríamos bloqueado la Cuesta de las Calesas y la Fiscalía se hubiera cortado en subir un año más la sentencia. En Cádiz, todos sabemos que en las grandes factorías se trabajan 12 horas diarias, que no se respetan los descansos diarios, ni semanales… y que cientos de trabajadores están muy por debajo del convenio (de la LEY). Si se filtrara a la prensa la picada de los tornos con la misma facilidad que se filtran otros temas, todo el mundo iba a ver claro quiénes son los delincuentes: ellos, los incumplidores, los chupasangre, son los culpables de que se lanzasen piedras o se quemarán contenedores y deberían ser los detenidos.

 
 
LA MILITANCIA
 
Un abrazo muy fuerte a nuestra gente de Córdoba, de la Bahía de Algeciras, de Sevilla, de Madrid (cada vez somos más) y a todos nuestros amigos que no estuvieron pero estarán o han estado en otras ciudades donde la justicia quiere frenar la organización obrera. Y otro, a la gente de Cádiz que siempre está y que forma parte de la resistencia activa de la lucha obrera.

Sobre la gente corriente, la no militante, la que rara vez va a una huelga, la que les parece una barbaridad que se les pidan 4 años de cárcel a unos trabajadores y la que sabía que el jueves no iba a ver sentencia porque en Cádiz la sentencia sale los miércoles, tenemos que conseguir que estén para que la próxima vez, aún con subcontratación, más de 5000 personas estemos bloqueando la Cuesta de las Calesas.
 
𝗬 𝗷𝘂𝗴𝘂é 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗷𝗲𝗺𝗽𝗹𝗼 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗹𝗮𝗱𝗿𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗹𝗮𝗱𝗿𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗲𝗿𝗮n 𝗽𝗼𝗹𝗶𝗰í𝗮𝘀.𝗠𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗕𝗲𝗻𝗲𝗱𝗲𝘁𝘁𝗶