POR
UNA ESCALADA... DE LA LUCHA OBRERA
General.
Es evidente pues – aunque conviene recordarlo- que el 1º de mayo es una jornada de lucha de la clase obrera, no una jornada laboral (como pretenden algunas empresas) ni mucho menos una simple jornada festiva como pretenden vender los gobiernos burgueses y sus cómplices necesarios, los sindicatos mayoritarios, para que nadie ponga en cuestión su preciada paz social.
Este ejercicio es más necesario, si cabe, en el actual escenario en el que un virus, y la crisis sanitaria que ha traído aparejada, ha servido de catalizador de una crisis económica, que ya se venía anunciando y, que muestra el problema l estructural del sistema capitalista que cada vez necesita más vidas proletarias para asegurar sus beneficios y su perpetuación.
Las medidas adoptadas tras el decreto del Estado de Alarma el 13 de Marzo para combatir la crisis sanitaria de la covid-19 han dejado bien a las claras quienes serán lxs sacrificadxs para pagar la factura derivada de esta situación.
Dichas medidas han tenido la clara intención de salvar la “economía nacional" preservando la economía de las grandes empresas mientras se dejaba caer en la miseria a la clase obrera. La limitación de movimientos decretada para la población tenía la salvedad de permitir los desplazamientos para contribuir a la productividad empresarial. Solo cuando esto se demostró contraproducente para frenar los contagios, y parte de estxs obrerxs realizaron plantes en sus
puestos de trabajo demandado equipos y protocolos de seguridad, se promulgó un cese de toda actividad no esencial. Pero todo esto ahora ya no importa, porque la máquina de hacer dinero parece que se está gripando.
Resulta evidente que los sectores económicos, beneficiados o no por esta crisis, intentarán sacar el máximo provecho posible al futuro escenario y esto solo se puede hacer de una manera: precarizando aún más las condiciones de vida y de trabajo de la clase trabajadora.
Esta crisis ha dejado patentes algunas cuestiones que desde las organizaciones revolucionarias se han denunciado desde siempre. Ha caido el mito de la clase media. Los ricos solo se ocupan de sí mismos y de enriquecerse, los demás no les importan. Lxs autonomxs emprendedores han constatado, de manera cruel, que no son otra cosa que la parte de la clase obrera que ha dado el paso a la autoexplotación como medio de vida. Lxs pequeñxs empresarixs se han revelado como lo que son: pretenden ascender hacia la burguesía explotando a sus iguales pero, que son lxs primerxs a lxs que deja caer la burguesía ante una convulsión. Quien vive de su salario, por alto que pueda ser en una buena coyuntura, es parte del proletariado y debe defender sus intereses de clase porque seguirá su misma suerte tarde o temprano.
El desmantelamiento del "estado del bienestar", con mejoras obtenidas tras duras y largas luchas de la clase obrera y que ella misma sustenta con su trabajo, es evidente tras años de recortes y privatizaciones. Ya hemos podido comprobar, de la manera más dramática posible, la capacidad de respuesta que ha tenido la Sanidad Pública y los Servicios Sociales ante esta crisis.
Tras la crisis sanitaria llegará la crisis económica para la que ya se nos está preparando a la vez que se nos habla de la "desescalada" y la "nueva normalidad". Se nos bombardea con noticias y bulos, se agita el fantasma de la ultraderecha al que en los últimos tiempos se ha dotado de una corporeidad de 52 diputados, se toman las calles mediante los cuerpos de represión del Estado y el ejército, a los que se les da manga ancha en su actuación, mientras se impide cualquier acto de los trabajadores y sectores populares que han confinado mediante el miedo y la culpabilidad, se infantiliza a la gente haciéndola dependiente de las instituciones y rompiendo las redes de solidaridad horizontal que puedan surgir... Se nos anuncia un futuro igual pero un tanto peor.
Esto supone claramente una ruptura absoluta del pacto social tácito que está en el origen de las sociedades democráticas capitalistas occidentales y que supuso la aceptación de la paz social por parte del proletariado. Bienvenida sea esa ruptura, si esto nos conduce a superar este sistema social de explotación, miseria... y pandemias.
Ante este panorama que se cierne en nuestro futuro inmediato consideramos, ya no necesario, sino imprescindible, la vuelta a la lucha obrera contra nuestrxs enemigxs de clase y la ruptura de la paz social.
Para ello, llamamos a la organización del proletariado a través de las asambleas de trabajadoras y trabajadores, asambleas autónomas de clase, en los curros, en los barrios, en las ciudades y pueblos; a la organización de clase independendiente frente al modelo de concertación de los sindicatos mayoritarios y al asociacionismo institucional que solo pretende reforzar el Estado capitalista burgués y desgastar la capacidad de lucha de la clase obrera.
Para ello, promovemos la creación y extensión de las CAJAS DE RESISTENCIA que sirvan de sostén y de apoyo a la formación de asambleas y organismos de clase; cajas de resistencia que ayuden a sustentar y cubrir las necesidades del proletariado en lucha mediante la aplicación práctica de la solidaridad de clase.
El capitalismo, destruyendo el planeta y esquilmando los ecosistemas, es el causante del virus. Solo la clase obrera que soporta este sistema con su trabajo puede acabar con él.
¡Contra
el CAPITALISMO ASESINO!
ORGANIZACIÓN
OBRERA. APOYO MUTUO. ACCIÓN DIRECTA.
¡Por
la solidaridad de clase, activa e internacional!
¡Por
la lucha de clase!
Viva
el 1º de mayo obrero y revolucionario.
La
emancipación de la clase obrera será obra de lxs obrerxs mismxs...
o no será.
_______________________