jueves, 17 de octubre de 2019

El amianto en Valladolid



EL AMIANTO EN VALLADOLID




El amianto es un producto venenoso que durante décadas, y conscientemente de sus efectos cancerígenos, ha venido siendo utilizado a nivel industrial en toda España.



En Valladolid y para la fabricación de "Uralita" como se conoce popularmente el producto, estuvo durante años asentada una fábrica de este material, una mezcla de silicato de hierro y magnesio con cemento, que resulta ser altamente peligrosa y de efectos mortales.
Esta fábrica, como otras más repartidas por la geografía nacional, eran propiedad de la familia March, que no se conformó con financiar el golpe militar de Franco y su posterior guerra civil que causó cientos de miles de muertos, si no que mediante la fabricación y comercialización de este producto para su lucro continuó y sigue originando cientos de muertes más.
Este material, altamente peligroso, tiene la propiedad de fraccionarse en fibras que llegan a ser del tamaño de micras que lo hacen invisible y que se expanden, y cuya exposición e inhalación tiene efectos mortales, pues produce enfermedades progresivas como la asbestosis en los pulmones y el mesotelioma: cáncer de pleura, de pulmón, de pericardio, de peritoneo, de la bolsa testicular y de la llamada túnica vaginal. Estos mesoteliomas son de avance rápido cuando se manifiestan y a día de hoy no tienen tratamiento.

Otras de las propiedades perniciosas del amianto son su capacidad indestructible y que sus efectos en el organismo comienzan a producirse a partir de los 20 años de la exposición al producto que lo contenga. Esto ha facilitado el silenciamiento sobre su nocividad y sobre la inaplicación de la legislación preventiva y de seguridad ya existente desde 1940, que fue paulatinamente actualizándose hasta 1971 y que fue completada con la prohibición de su fabricación y comercialización desde el 7 de diciembre de 2001.

Pero debido al periodo transcurrido entre la exposición al amianto y la manifestación de sus mortales efectos, hoy ya es imposible su ocultación y silenciamiento dado el gran número de afectados, enfermos y muertos causados por los productos que contienen amianto.
A nivel nacional y hasta su prohibición se han fabricado más de 3000 productos que contienen amianto y a los que la población sigue expuesta ambientalmente con más o menos intensidad. Productos tales como tejados, canalones, tuberías, depósitos de agua,,, y cientos de productos aislantes en paredes, termos, etc., más otra gran cantidad de útiles como pastillas de freno o guantes y ropa ignifuga; en definitiva, miles de productos de los que la población ni conoce su composición ni se le ha informado de que están hechos con una sustancia cancerígena como es el amianto.

Antigua fábrica de URALITA en Valladolid tras el cierre
Castilla y en especial Valladolid ha sido y sigue siendo una capital especialmente expuesta a la inhalación del amianto, tanto por su utilización como porque aquí existió una fábrica de "Uralita" que trabajó sin seguir los protocolos de prevención e incluso sin tenerlos en cuenta en el momento de su desmantelamiento, que se convirtió en un abandono parcial de sus instalaciones hoy desaparecidas sin saber su destino, así como el total abandono de los terrenos en los que estuvo ubicada y que aun hoy siguen sin descontaminar.

Al mismo tiempo que en nuestra ciudad siguen existiendo los antiguos talleres de RENFE y los depósitos de vagones que utilizaban habitualmente amianto, así como las naves aun sin desmantelar y que continúan con las cubiertas y aislantes de URALITA.

Si a esto se añade que no hay pueblo ni ciudad de la comunidad en la que no existan estos materiales deteriorados y diseminados en tejados de corrales y talleres, naves industriales, avícolas y ganaderas en general, así como en algunas zonas de vertidos ilegales; no es de extrañar que en estos momentos seamos una de las zonas con mayor índice de mortalidad por cáncer por habitante, bastantes de los cuales (aunque no sea así reconocido oficialmente) están ocasionados y originados por la exposición al amianto diseminado, activa o pasiva, a la que durante años estamos y seguimos estando expuestos.

Conociendo sus efectos, así como sus consecuencias, y la falta de prevención durante años, tanto en la fabricación como en la comercialización del producto venenoso, y la negligencia con respecto a la eliminación del material aún existente, es hora ya de que la población tome conciencia y pidamos responsabilidades, tanto a quienes con conocimiento de causa fabricaron estos productos mortales como a las autoridades que permiten que se continúe conservando y no se elimine debidamente.

La situación no es un juego, En ello nos van vidas humanas, muertes impunes que ya han sobrevenido y más que vendrán. De las que algunos han sido y otros siguen siendo responsables.

Dada la actual conspiración de silencio consensuado existente, la inactividad institucional y su dejadez en un asunto de tal gravedad, nos atrevemos a decir, que de ello se desprenden tantos tintes criminales, como micro-fibras invisibles y mortales continúan desprendiéndose de las "Uralitas" y demás productos con amianto que todavía existen.



Septiembre de 2019. Comité de Solidaridad de los Trabajadores