OTRA VEZ: UN TRABAJADOR MUERTO
EN LA FACTORÍA DE LINGOTES ESPECIALES (Valladolid)
Martes 6 de agosto, un
obrero de Nava de la Asunción (Segovia) de 36 años de edad muere de
un golpe en la fábrica de Lingotes Especiales en Valladolid, el
golpe en la cabeza se produjo al tener que bajar de la carretilla en
la que trabajaba mareado e indispuesto por el tremendo calor que
hacía dentro de la fábrica1.
El trabajador, de 36
años, sano y joven, acababa de reincorporarse al trabajo después de
unas vacaciones y llevaba poco más de 6 meses en la fábrica.
Evidentemente, el calor de los hornos de la fábrica y las enormes
temperaturas que sufren los trabajadores en dicha factoría es la
causa del mareo o golpe de calor que a su vez es la causa material
inmediata del golpe posterior que le ha provocado la muerte.
Evidentemente, decimos, y eso a pesar de todos los que intentan
relativizar y edulcorar la realidad con palabras: "el estrés
térmico producido por el calor "pudo ser" la causa del
accidente" (representante del sindicato antiobrero CCOO), "la
víctima podría haber sufrido un golpe de calor" (La Razón,
vocero de la burguesía más reaccionaria)...
Lingotes Especiales S.A.
se vende como una empresa con "instalaciones modernas con los
más avanzados sistemas de producción"2,
una Empresa dedicada al suministro de piezas de hierro, no solo
piezas de fundición, sino también diseño de piezas, suministro de
subconjuntos montados, fabricación de prototipos, mecanizado y
pintado de piezas. La factoría cabecera del Grupo se dedica a la
fundición de hierro y fue fundada
el 20 de julio de 1968. Uno de los hitos más
importantes en la historia de Lingotes Especiales fue su salida
a Bolsa el 30 de marzo de 1989, pasando al Mercado
Continuo en el año 2006, formando parte desde entonces, en las
Bolsas de Madrid y Barcelona del índice “IBEX
SMALL CAP”. Los beneficios reales de la empresa han
sido enormes en sus primeros años de salida a bolsa, desde entonces
-como en la mayor parte de la industria española- los beneficios se
han ido reduciendo... Aún así, Lingotes Especiales, con sus
filiales Frenos y Conjuntos, la fundición de aluminio o su factoría
en la India, son uno de los grupos punteros del capitalismo español.
Todo este conglomerado
empresarial se origina en Valladolid en los años 60, de la mano del
empresario Vicente Garrido Capa, actualmente propietario de una
pequeña parte de la empresa y presidente de la misma. La empresa,
lejos de la imagen de empresa familiar que cultiva desde hace años,
es hoy por hoy propiedad de diversos accionistas, desde UniCaja
(antes Caja España) a grupos empresariales y de inversión.
Los problemas de
seguridad y salud laboral en esta factoría han sido múltiples,
desde su relación directa o indirecta con la contaminación por
polvo negro que se ha producido en el norte de Valladolid durante
estos años pasados, hasta el aumento de los casos de cáncer en la
zona de la carretera de Fuensaldaña donde se ubica la factoría,
pasando por los diversos accidentes habidos en los últimos años por
los que el técnico de prevención de riesgos laborales de la empresa
fue condenado a año y medio de cárcel3.
En aquella ocasión, un empleado perdió una pierna, en
otro accidente posterior el techo de la nave central, donde se ubica
el horno, saltó por los aires varios metros debido a la fuerza de la
explosión provocada.
Todos los medios de
comunicación y todos los sindicatos se llevan las manos a la cabeza
respecto a lo sucedido y dicen que se está bajando la guardia en el
tema de la "seguridad laboral", que está habiendo un
repunte de accidentes laborales que han aumentado en lo que va de año
un 10'3 %... pero no hacen nada ni nada van a hacer.
El sindicato CCOO,
mayoritario en el comité de empresa de Lingotes, ha convocado para
hoy (8 de agosto) concentraciones en la factoría a la que han
acudido los trabajadores que en esos momentos estaban trabajando (en
agosto el ritmo de la fábrica está bajo mínimos). Esta
concentración... ¡se ha realizado dentro dela factoría porque la
empresa ha prohibido hacerla en las puertas! Así que todo va como
tiene que ir: sindicatos y empresa de la mano, posando para la foto
de la prensa y con un discurso común… Esta es
la realidad para los trabajadores de Lingotes incluso ahora que ha
muerto un compañero.
El
colaboracionismo sindical sabe perfectamente que estas condiciones de
trabajo no pueden más que llevarnos de incidente en incidente hasta
el incidente mortal, la invalidez permanente, la enfermedad incurable
y el deterioro en silencio. Sus denuncias de la seguridad laboral son
impotentes cantos de sirena que pretenden embaucar a los
trabajadores, mantenerlos tranquilos en sus puestos de trabajo, que
ya ellos se encargan "de denunciar la situación".
Pero
la fuerza del oportunismo político y sindical no reside
exclusivamente en su capacidad de maniobrar para traicionar a los
trabajadores que emprenden una lucha, sino en la fortísima inercia
social que lleva a estos mismos trabajadores a no ser capaces de
romper con los límites de la negociación legal y del aislamiento en
el puesto de trabajo.
¡PROLETARIOS!
Los "accidentes"
en el trabajo son parte de la guerra permanente que la burguesía
lleva a cabo contra el proletariado. El terrorismo patronal es la
constante que domina el medio de trabajo: el miedo al despido es
terrorismo patronal, los castigos y la represión sindical y laboral
son terrorismo patronal, los accidentes en el trabajo son terrorismo
patronal... y qué decir de la propaganda y apología de este
terrorismo por parte de todos los voceros del capitalismo local y de
sus servidores: no se nos olvida cómo el buen ciudadano Garrido Capa
ha sido elegido años ha para dar el pregón de su ciudad "por
su enorme contribución a la economía local".
Para que la lucha contra los accidentes en el trabajo y contra todas las nocividades derivadas del trabajo mismo pueda tener éxito, es imprescindible que los trabajadores se organicen por objetivos e intereses propios de los trabajadores, contra todos los organismos burgueses y colaboracionistas, es imprescindible que la lucha se lleve a cabo con medios y métodos de clase y que enfrente al mismo tiempo a los capitalistas y a las organizaciones oportunistas que blanquean la explotación.
Los “accidentes” laborales no los parará la empresa ni los sindicatos. Las muertes en el trabajo no se van a acabar por arte de magia… Son los propios trabajadores los que deben imponer las condiciones de seguridad en el trabajo, los que deben obligar con su lucha a que la empresa ceda en materia de prevención, los que deben dar la batalla continuamente para lograr que estos objetivos, que son mínimos pero que afectan a la propia vida de los obreros, se consigan.
-La lucha contra las desgracias y las muertes en el trabajo es parte de la lucha por la reducción de los ritmos de trabajo, de la intensidad del trabajo, de la jornada laboral y por el aumento de las pausas en todas las secciones de la fábrica, especialmente en aquellas en que se trabaja con un riesgo mayor.
- La organización de esta lucha debe basarse sobre plataformas reivindicativas que se refieran únicamente a las condiciones de trabajo y de vida de los obreros, fuera y contra los intereses de la competitividad empresarial, fuera y contra el colaboracionismo sindical que genera las desgracias y las muertes en el trabajo.
¡Contra el capital asesino, lucha de clase!
¡Sólo la lucha organizada de los proletarios pondrá fin a la sangría de vidas obreras!
¡Por la lucha intransigente de la clase proletaria!
Partido Comunista Internacional (El Proletario)
www.pcint.org
8 de agosto de 2019