Guerra en Gaza, guerra en Ucrania, "economía de guerra"...
El capitalismo es guerra, ¡guerra al capitalismo!
Cinco meses después de su inicio, la guerra librada en Gaza por el ejército israelí ha causado la muerte de casi 35.000 palestinos, en su mayoría civiles desarmados, entre ellos, según UNICEF, el 70% mujeres y niños (casi 14.000 de ellos habrían muerto, más que en 4 años de guerra en el resto del mundo). Mientras que todas las infraestructuras civiles (desde escuelas a hospitales pasando por la flota pesquera y las instalaciones agrícolas) han sido dañadas o destruidas hasta el punto de hacer inhabitable el territorio, el 85% de los habitantes (casi dos millones) se han visto obligados a abandonar sus hogares para refugiarse en campamentos improvisados y la población ha sido sometida a una auténtica política de hambruna. Según la ONU, miles de prisioneros son sometidos a tratos degradantes y torturas, y a veces a ejecuciones sumarias. La guerra en Gaza va acompañada también de incursiones mortíferas del ejército y los colonos en Cisjordania, que han causado cientos de muertos palestinos y de bombardeos en Siria y Líbano. Esta política bestial no sólo ha sido aprobada implícitamente por los Estados occidentales en nombre del llamado "derecho a defenderse" de Israel, sino que ha sido posible gracias al suministro de armas y municiones al ejército israelí por parte de estos mismos Estados, entre ellos Francia (1). Esto no impide que el gobierno francés, al igual que sus colegas europeos, reprima la denuncia de los crímenes israelíes bajo la acusación de "antisemitismo" y la solidaridad con las penurias de las masas palestinas bajo la de "apoyo al terrorismo" (2)
Después de dos años, la guerra en Ucrania ha provocado la muerte de decenas de miles de soldados a ambos lados de la línea del frente y la muerte de más de 10.000 civiles ucranianos; los "crímenes de guerra" perpetrados por las tropas rusas contra la población civil han sido ampliamente documentados y denunciados por los medios de comunicación occidentales (a diferencia de los cometidos por la "única democracia de Oriente Próximo", Israel). Más de 10 millones de ucranianos (de una población de 37 millones) han tenido que huir de sus hogares, de los cuales más de 6 millones se han refugiado en el extranjero, principalmente en Alemania, Polonia y la República Checa, mientras que en el lado ruso se calcula que más de 800.000 han huido del país para evitar el servicio militar obligatorio. Los bombardeos rusos contra las instalaciones civiles ucranianas de electricidad y energía aumentaron y más de 250.000 edificios residenciales fueron destruidos o dañados (el 8,6% del parque de viviendas), principalmente en las zonas de combate del este. Fue gracias al apoyo armado de Estados Unidos y los países europeos que el ejército ucraniano logró dar jaque mate a la invasión rusa; pero ante el estancamiento del conflicto, la única perspectiva avanzada es una escalada militar con la entrega de armas cada vez más letales, mientras Macron ha mencionado repetidamente el envío de soldados franceses a combatir en Ucrania. En realidad, se trata de un secreto a voces porque ya hay "asesores militares" franceses, estadounidenses, británicos y de otros países junto a las tropas ucranianas...
En toda Europa, los presupuestos militares están aumentando drásticamente y los gobiernos están hablando de una "economía de guerra"; no es sólo una cuestión de palabras: los gobiernos se están preparando abiertamente para guerras más amplias hacia las que el capitalismo se dirige inexorablemente; y la economía de guerra significa inevitablemente guerra social, porque siempre son los proletarios las víctimas de las guerras, ya sea como carne de cañón en las zonas de guerra o como carne para soportar la explotación sobre sus espaldas.
En Gaza, Ucrania, África y en todas partes, es el sistema capitalista en su conjunto el que causa, alimenta y exacerba las guerras y no sólo un puñado de gobernantes: a menos que se derroque el poder de los capitalistas y se destruya todo el sistema, empezando por las metrópolis imperialistas, siempre habrá guerras hasta que estalle una tercera guerra mundial. Por tanto, es al capitalismo al que hay que combatir volviendo a los principios y a la orientación de la lucha de clases revolucionaria.
¡Solidaridad de clase con los proletarios y las masas palestinas y con todas las víctimas de las guerras imperialistas!
Abajo el chovinismo y la unidad nacional, ¡viva la unión de los proletarios de todos los países contra todos los Estados burgueses!
¡Por la reconstitución del partido de clase internacional y la revolución comunista mundial!
_______________________________
(1) Datos recientes del SIPRI (Stockholm International Peace Research Institute) de Estocolmo dicen que Estados Unidos es el mayor proveedor de armas a Israel, entre 2019 y 2023, con un 69% (3.500 millones de dólares) y que, entre los principales proveedores de armas a Tel Aviv, se encuentra en segunda posición Alemania, con un 30% (300 millones de euros sólo en 2023), e Italia en tercera posición con una cuota más pequeña, el 0,9%, seguida a continuación por Reino Unido, Francia, Canadá, etc.
(2) La ministra israelí de Igualdad Social (¡sic!), May Golan, declaró el 21/2/24 en la Knesset: "Estoy orgullosa de ver Gaza en ruinas, y de que cada niño, incluso dentro de 80 años, cuente a sus nietos lo que hicieron los judíos". Denunciar a un gobierno así equivaldría a apoyar el terrorismo y el antisemitismo…