martes, 29 de septiembre de 2020

Pequeños destellos de AUTONOMÍA OBRERA en el Aeropuerto de Madrid-Barajas

 

Un grupo de trabajadores y trabajadoras de la empresa Groundforce del aeropuerto de Adolfo Suarez Madrid-Barajas hemos decidido organizarnos de manera autónoma en asamblea debido a los frecuentes impagos por parte del SEPE que sufren muchos de nuestr@s compañer@s, a las condiciones del ERTE en el que estamos inmers@s la mayor parte de nosotr@s desde finales de marzo, a los frecuentes incumplimientos del convenio colectivo por parte de la empresa y a la pasividad del comité de empresa, en el que UGT, CCOO y USO copan 18 de los 23 delegados.

Groundforce es una empresa de handling (servicios en tierra a aeronaves) perteneciente al grupo turístico Globalia. Este holding, propiedad de la familia Hidalgo, incluye agencias de viajes (Halcón Viajes, Viajes Ecuador), empresas de carga y descarga de aeronaves presentes en muchos aeropuertos españoles y extranjeros (Groundforce), aerolíneas (Air Europa) y hoteles (BeLive). Es decir, abarca todo tipo de servicios turísticos.

Naturalmente, la pandemia ha afectado gravemente al grupo Globalia, que en 2018 obtuvo alrededor de 48 millones de euros de beneficios (el triple que en 2017) y cuyos accionistas se repartieron en febrero de este año, justo al comienzo de la pandemia, un dividendo de 35 millones, según El Confidencial. Actualmente Globalia está pendiente de un rescate por parte del Estado, y la prensa ha informado de que si dicho rescate se retrasa, las nóminas de los asalariados corren peligro.

A comienzos de año la plantilla de Groundforce en Madrid constaba de unos 1.500 empleados, la mitad de ellos eventuales. A raíz de la pandemia y la consiguiente crisis en el transporte aéreo de pasajeros, a finales de marzo alrededor del 90% de la plantilla nos vimos afectad@s por un ERTE, en el que aún estamos inmersos. El ERTE y la crisis han servido de excusa a la empresa para precarizar aún más nuestras condiciones de trabajo: semanalmente se publica una lista de trabajadores desafectados del ERTE, la mayor parte a jornada parcial: 5, 4, 3, 2 horas y media de jornada al día, o incluso menos. Y los turnos de trabajo también se publican semanalmente, incumpliendo el convenio colectivo.

Para colmo, muchos de nuestr@s compañer@s no han cobrado nada del SEPE desde que entraron en el ERTE a finales de marzo. Much@s otr@s, que sí que cobraron del SEPE durante el confinamiento, han dejado de cobrar desde que se reincorporaron al trabajo a jornada parcial. Y desde julio tod@s los que estamos en el ERTE cobramos del SEPE a mes vencido, dado que nuestra jornada diaria no es constante a lo largo de todo el mes, pudiendo cambiar semanalmente según las necesidades de la empresa. Lógicamente, si a los frecuentes impagos por parte del SEPE le sumamos los magros sueldos que nos paga la empresa por nuestro trabajo a jornada parcial, el resultado es que much@s de nosotr@s estamos pasando por muchas dificultades para cubrir nuestras necesidades básicas.

En fin, todo ello nos ha llevado a reunirnos en asamblea los 2 últimos domingos, a las que han acudido alrededor de 50 o 60 trabajadores y trabajadoras que han decidido convocar una concentración de protesta en el aeropuerto el lunes 5 de octubre, a las 10 de la mañana.