miércoles, 23 de septiembre de 2020

Apuntes sobre el teletrabajo (I)

 

APUNTES SOBRE EL TELETRABAJO (I)



La pandemia del COVID-19 ha demostrado las flaquezas del tejido productivo capitalista. El teletrabajo ha supuesto para muchas empresas de los sectores secundario y terciario la perpetuación de la producción en condiciones límites de restricción casi absoluta de la movilidad personal. Internet ha servido, entre otras cosas, para generar nuevas cadenas de valor en las empresas, generando trabajos aptos para ser llevados a cabo presencial o virtualmente, según cambien las condiciones sociales. Esto se debe contextualizar en la estrategia de digitalización de la economía y la apuesta por la generación y venta de conocimiento y servicios a través de internet.

Dado este giro del capital, y teniendo en cuenta la apuesta del Estado español por la digitalización que hemos mencionado, hemos recogido los siguientes puntos de reflexión, con ánimo de reflejar los cambios que supone el teletrabajo para la clase obrera:

  1. ¿Quién tiene medios en casa? A pesar de la bestial campaña de consumo para disponer de medios informáticos, la realidad de hoy es que existen hogares sin los nuevos medios de producción necesarios para el teletrabajo.

  2. El teletrabajo supone el desplazamiento de los puestos a los hogares de las personas que están trabajando en la empresa, por ello quien se lleva los beneficios (el capitalista) se está ahorrando gastos de alquiler, mantenimiento y acondicionamiento de espacios, entre otros.

  3. La situación de la educación durante la pandemia nos ha descubierto la incompatibilidad entre teletrabajo y teleeducación en el seno familiar. Solo se han podido permitir una situación "normal" aquellas familias con poder adquisitivo para comprar varios ordenadores y mantener la cuota de internet mensual, mayorada por el consumo eléctrico.

  4. Es un hecho constatado en la ingeniería térmica que resulta más ecológico y económicamente más barato ambientar un espacio para 10-20-30... personas, que 10-20-30... espacios diferentes. Primero por el factor de escala, por ejemplo, el ratio coste/potencia decrece con el aumento de la potencia. Y segundo, por una mejor planificación, esto es, para un espacio grande se invierte más, se planifica mejor, y se controla más la calidad de temperatura y aire que muchos espacios pequeños en hogares. Concluimos que siempre es más rentable una instalación más grande que muchas pequeñas.

  5. En principio, se ahorraría una cantidad notable de combustible y manutención de vehículos, así como de tiempo perdido, al prescindir de los viajes casa-trabajo-casa.

  6. Con el teletrabajo se elimina parte de los accidentes in itinere. Además, los accidentes que puedan causarse durante la jornada de trabajo quedan en el seno del hogar, con lo que puede resultar más complicado reclamar indemnizaciones a la empresa.

  7. Las bajas laborales resultan más complicadas, pudiendo en algunas trabajar desde casa si la empresa presiona al trabajador o trabajadora (por ejemplo, durante la maternidad).

  8. Se hace palpable un creciente individualismo laboral, una menor conciencia colectiva ante los mismos problemas, ya que las personas son separadas físicamente, aislándolas del resto de compañeros y compañeras. Crece la alienación

  9. A parte del hardware (ordenador, ratón, teclado, cámara, micrófono, etc.) que se debe comprar, hay que añadir el software (programas informáticos) específicos para realizar las funciones que las empresas solicitan a sus trabajadores.



  Nuestras valoraciones:

  1. La empresa debe acarrear con todos los gastos del teletrabajo. Salario + medios informáticos (hardware + software) + consumo eléctrico (parte proporcional) + alquiler (parte proporcional).

  2. Se debe otorgar compatibilidad entre el trabajo y la crianza, disminuyendo las horas laborales sin comprometer el salario para adaptar el estudio de menores de 18 años, más aún en confinamiento, dada la naturaleza de los estudios online.

  3. Accidentes laborales caseros deben entrar en el seguro de la persona trabajadora.

  4. El teletrabajo está dirigido contra la clase trabajadora, contra su organización y sus métodos de lucha.

  5. Las condiciones laborales que impone el teletrabajo son un argumento más, y deben ser un acicate, a favor de la organización presencial en colectivos de clase, que apuesten por cajas de resistencia y estrategias conjuntas de acción.



Septiembre 2020.

ASAMBLEA LABORAL (VALLADOLID).




Algunos datos:


  • 3% del total de empleos eran teletrabajo antes de la pandemia del COVID-19

  • 6.7% del funcionariado en España teletrabajaba antes de la pandemia.

  • BBVA tenía durante la pandemia al 95% de los empleados de servicios centrales y el 71% de la red de oficinas trabajando desde casa [BBVA, 2020].

  • Una encuesta del MIT (Massachussets Insitute of Technology) aseguraba que el 35% de los trabajadores estadounidenses trabajaban en remoto a consecuencia del COVID-19, y el 15% ya lo hacía antes, lo que supone en torno al 50% de la fuerza laboral estadounidense [BBVA, 2020].

  • El teletrabajo regular ha crecido un 173% desde 2005 y el 43% de los empleados trabajan en remoto con cierta frecuencia [BBVA, 2020].

  • Según un estudio de GWA (Global Workplace Analytics) citado en [BBVA, 2020], el ahorro promedio en inmuebles con teletrabajo a tiempo completo es de 10.00o $ (9172,88€) al año por empleado. [BBVA, 2020].

  • Según el mismo estudio de GWA [BBVA, 2020], el teletrabajo evitaría atascos por valor de 71.550 millones de euros aproximadamente en la economía americana.


FUENTE: [BBVA, 2020] https://www.bbva.com/es/el-teletrabajo-la-nueva-normalidad-pos-covid-19/